DISCURSO DE REINA MARIA RODRIGUEZ, domingo 1 de febrero 2014.
"Mientras que para muchos, la literatura son historias que nos cuentan al oído los ángeles en noches de desvelo; en cambio, nunca he creído en esa inspiración: solo en el trabajo de "culo y mano" —como decía mi madre. Aunque el verbo "trabajar" no está totalmente aceptado para nuestro oficio, ni el ocio necesario para crearlo se vea como parte activa del mismo, porque en la medida que un poeta sea algo intangible, sublime, diferente, raro, la poesía se manosea para fines que no son literarios ni entran en esas distinciones, con los que el poeta se degrada, ya sea en un sentido comercial o político. La poesía no es mensajera de nada. No tiene un sentido y como la vida, solo sucede: es. ¿A quién le importa cómo hace su trabajo día tras día, y cómo vive un poeta que sigue siendo un loco, un maniático y hasta un haragán? ¿Cómo colocarlo socialmente para que la confianza entre él y el resto sea recíproca? Habría que comprender el "heroísmo de su debilidad", su llegada a un mundo colmado de lenguajes que tienen ya usos definidos, esa lucha por "inexpresar lo expresable" como quería Barthes".
Cuando un observador conciente sigue la pista del modo de un poeta y comparte la ilusión de sus mitos. Puede darse cuenta de que aquel no está aferrado a nada continuo. Que no hace cadenas con sus vivencias. Él puede entender porqué aquel se destruye a si mismo hasta hacerse inservible; y allá deshecho, perdido en su círculo espera a que le salve la fuerza oculta que le ha salvado siempre. En ese desasosiego, se detiene el tiempo en un lapso solamente humano. El poeta sabe que es capaz de crear el intervalo, vinculo que convierte en expresión la nada. Al ser ferviente en esto, se abandona para que su naturaleza le de cosechas porque alienta la esperanza de salir vivo de cada inmersión. Este ir y venir, es cada poema. Esta actitud cómplice con la muerte. Es un libro.
Papa Hemingway in Cuba (2015)
El analista vigilante, que ha visto nadar en lo cósmico a tantos poetas, supone que pudiera existir una manera de elogiar la forma en que esto sucede. Inaugurando en este blog un GUION que los rige para entrar y salir. Esto no quiere decir que si alguna vez se descubriera un modo de proceder, EL GUION; sucediera, que ya conociéndolo, entonces no habría motivo para intentar ocupar, una y otra vez, su postura sondeadora. La intención esta mas allá de la razón humana.
Por esto es necesario registrar estos recurrentes estados, porque la naturaleza no solo lo realiza en los poetas, sino en todo lo que nace. Es la costura en la fisura que regula la firmeza del tejido temporal..
Las descripciones acercándonos a cómo esto ocurre están presentes en mucha literatura ontológica. Pero el observador consciente debería vincularlo al manejo de un criterio que sea más observable como tendencia. Si le fuera posible pudiéramos enumerar los elementos que componen una coartada creativa. Aunque deberíamos hacerlo con sumo cuidado porque entraríamos en zona. Tanto el que lo intenta, como el que sirve de sustrato son la misma persona y se necesita de entrenamiento para sacar algo en claro.
Es un camino que no tiene para atrás. Pero que está lleno de sorpresas y adivinanzas..
Podemos decir entonces la siguiente alerta: Que existen regularidades que nos permitirán explorar indefinidamente el universo y convivir con sus facultades. El efecto Orfeo es un hecho físico gestor de instancias.
En el conjunto estructural del creativo universo existen diversos órganos creados por autogénesis que modelan la energía... “del mismo modo la boca y la laringe modelan los sonidos cuando el hombre quiere comunicar algo y habla” -Eugenio Barba-.
Estas modelaciones de la energía tienen “vida” según la estabilidad de los procesos; que buscan la mínima resistencia y por la composición juegan el roll de no dejarse voltear (porque definitivamente estamos inclinados hacia el abismo).porque nos rige una ley de antagónica postura. LA PARADOJA.
La resistencia mayor o menor, pudiendo llegar a ser negativa es la moneda de cambio que a su vez puede dejar de jugar el juego y tornarse indiferente como un bebe. En ese momento, nos encontramos ante el ambiguo hecho de la creación.
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REFERENCIAS:
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REFERENCIAS:
1.- NO VOLTEARSE..
"ORFEO con su música ablandó el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto, incluso cuando pasaban junto a algún peligro o demonio, no se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire, y ahora para siempre".
2.- LAS DOS CARAS DE ORFEO EN LA POESÍA ESPAÑOLA
el papel de Orfeo como síntesis, como personaje en el que se resuelve la contradicción entre Apolo y Dioniso. Desde Nietzsche, es clásica esa visión general de la Grecia antigua en la que convivirían dos principios contrapuestos: uno, apolíneo, que primaría la armonía, la belleza, el equilibrio, que estaría personificado en y presidido por Apolo, el dios de la música y de la poesía. Otro, dionisíaco, que regiría el éxtasis, los arrebatos, la vida intensa e irrefrenada de las pasiones. Entre ambos y sobre ambos se alza Orfeo, porque la poesía que con él se asocia participa, por su contenido, del carácter extático y arrebatado de lo dionisíaco; sin embargo, es poesía y música, sometida por tanto a un orden y a una armonía que se identifican con Apolo: estaríamos, en la poesía órfica, ante una relación inseparable entre contenido dionisíaco y forma apolínea. En cierto sentido, como dice Colli, «Orfeo es la figura mítica inventada por los griegos para proporcionar un rostro a la enorme contradicción, a la paradoja que supone la polaridad y la unión entre ambos dioses»7, entre Apolo y Dioniso
2.- LAS DOS CARAS DE ORFEO EN LA POESÍA ESPAÑOLA
el papel de Orfeo como síntesis, como personaje en el que se resuelve la contradicción entre Apolo y Dioniso. Desde Nietzsche, es clásica esa visión general de la Grecia antigua en la que convivirían dos principios contrapuestos: uno, apolíneo, que primaría la armonía, la belleza, el equilibrio, que estaría personificado en y presidido por Apolo, el dios de la música y de la poesía. Otro, dionisíaco, que regiría el éxtasis, los arrebatos, la vida intensa e irrefrenada de las pasiones. Entre ambos y sobre ambos se alza Orfeo, porque la poesía que con él se asocia participa, por su contenido, del carácter extático y arrebatado de lo dionisíaco; sin embargo, es poesía y música, sometida por tanto a un orden y a una armonía que se identifican con Apolo: estaríamos, en la poesía órfica, ante una relación inseparable entre contenido dionisíaco y forma apolínea. En cierto sentido, como dice Colli, «Orfeo es la figura mítica inventada por los griegos para proporcionar un rostro a la enorme contradicción, a la paradoja que supone la polaridad y la unión entre ambos dioses»7, entre Apolo y Dioniso
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