SUPERFICIE PROPICIADORA


El sueño de anoche fue una ilusión de escape de la realidad cuando entre al lobby de un vetusto hotel. Era una situación en la que nuestra comitiva estaba recibiendo placeres día a  día por unos anfitriones  muy modernos que debían encantar a sus clientes; había un almuerzo en el hotel, pero todos pasaron al restaurant menos Yo. La curiosidad y el encantamiento del lobby me detuvo hasta que terminaron, pero todo paso a sorpresa , cuando nadie noto mi ausencia y nadie me espero. Los anfitriones venían declamando y a tono con la situación en los pasillos una estatua rosa se movía insinuando una actuación. -Era que estábamos envueltos en un manto de ensoñación que nos impedía relacionarnos, pero en mi caso ya no les seguía porque me había separado del grupo antes. De alguna manera percibí el embrujo desde el principio.  El golpe de un estado de gracia me dejo anonadado rápidamente. Para el reencuentro, ya estaba separado del resto porque tenia hambre, nadie me espero y veía a mis compañeros participando de la recepción, desde lejos. Yo estaba a destiempo y tenia necesidad de despertarlos pero me era imposible luchar contra lo perdido; luche entonces, por salir de mi sueño.

Es necesario indicar que es cierto; existen espacios cultivados con un truco mágico que son lobbys donde la gente se despoja de lo que tiene sin notarlo.  De un lobby bien montado a la realidad es imposible pasar a no ser que estés atento y que tengas las antenas listas para su detección y tengas además la experiencia de haber estado. El mercado como sustrato inspirador tiene múltiples lobbys que promueven consumos diferentes. Música, política, lo farmacéutico, la informática. En todas esas superficies se desarrollan actividades sistémicas que nos incluyen como participante y respiras un aire vivencial indispensable.

La creación de una superficie propiciadora es una idea que esta en los cuentos como recurso para alcanzar otras miradas  mas reconfortantes. Sea la alfombra mágica, sea la necesidad de frotar la lámpara para pedirle al genio.  Existen las superficies que nos permitirán mas cosas, que se accesaran por medio de algún misterio aprendido o algún articulo comprado y que tiene la llave a ese lugar utópico: espero que por su promoción llegaran pronto mas reales. En el futuro la producción de superficies estará cada vez mas tecnológicamente capacitada para darnos tablas teatrales inteligentes, donde se desarrollan las obras por medio de una conexión digital y reproducirán el lobby necesario para que todo el libreto pase por nuestra percepción como si estuviéramos allí.

En un universo tecnológico donde las superficies estén capacitadas por el mecanismo de Higgs, el salto de un lobby inteligente a otro se hace por medio de una catapulta. Esta catapulta tiene una construcción que domina la cuestión de la gravitación. Porque para pasar de un lobby a otro se necesita quedarse sin tiempo, se necesita limpiarse de tiempo, no debe quedar ningún residuo temporal.  Ya que cada lobby tiene el suyo y cualquier partícula que contenga tiempo puede alterar el estado de gracia del lobby destino.

Pudiera recomendarse a ciertas personas que cambien de signo zodiacal para accesar a algún tipo de lobby. Porque su inclinación al entrar puede romper el encanto.

Un Televisor basado en la tecnología de la superficie propiciadora colocado en la pared se vería como todos si no se tiene puesta la opción inteligente. Pero si se solicita tal visión, adquiere el cambio en el momento que se oprime el botón. Entrara en acción la perspectiva, que es el momento en que sucede en  nosotros el emancipador. Perspectiva y emancipación vienen juntos. Penetrar en la perspectiva es el acto de valer que nos produce una inspiración infinita, porque la naturaleza humana encuentra su  mejor momento.

Apreciar la trascendencia de esta narración en todas las actividades de la vida, induce a mejorar las plataformas  que tenemos y evitar los esquemas estéticos de naturalezas muertas. Al apreciar la posibilidad de la tecnología de las superficies propiciadoras se excluyen entonces aquellas superficies que al diseñarse están destinadas a someterse al compas de espera. Una superficie propiciadora de tecnología consecuente nunca va a estar relegada a la espera porque al colocarse en algún lugar y alguien encontrarla, de inmediato se le activara el ser, el ego, las ansiedades dormidas y surgirá impetuoso el emancipador como alter-ego .  Este encuentro del ser humano con el emancipador es como el encuentro del hombre primitivo con el espejo de agua. De ahí en lo adelante mostrara orgulloso la empatía y nadie mas le podrá convocar como a un animal.

El emancipador y la superficie propiciadora no se separarían mas adquiriendo el compromiso ético de eludir el encanto, porque al adentrarse en la obra el ser humano retorna a si mismo y se suma a toda la fuerza que estaba preparada para entregársele. ¿Que seria del hombre al sumergirse en sus maestros?, ¿ Con cuantas armas nuevas enfrentaría la vida y la conducción del futuro?. Las sondas de la sociedad humana estarían mas aptas en el empeño de divisar el bien.

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