domingo, 12 de abril de 2020

EL VIRUS Y SU ESLABÓN PERDIDO


La entrada en escena de un protagonista laborioso que decide sobre la continuidad del funcionamiento de la sociedad y que nos convierte en vulnerables, obliga a meditar si esto ha sido un artificio o la evolución natural está transgrediendo las fronteras de las especies. Se ha publicado que existen evidencias de que hubo investigaciones para producir tal engendro. Y también otras indican que es de origen natural por el procedimiento tan inusual de su contagio., 
Estamos perplejos?. 
Todos razonamos ante nuestra conciencia. Y el peligro de nuestra herencia es evidente. Está en juego la existencia como especie. 
Y en este encierro para no contagiarnos elaboramos preguntas y respuestas sin salida, esperando que los que están a cargo con sus programas y acciones nos liberen del misterio. Como otras veces.

Pero resulta que en otras ocasiones no hubo tanta información, Tantas especialidades implicadas. Hay recursos utilizándose en trazar las mutaciones y describir la vía de infiltración en cada país. 

Aquí me salta la inquietud de que aparezca un enfermo que no tenga vinculo. El eslabón perdido. Y que venga la noticia de que el principal depredador de la herencia es nuestra madre naturaleza. Que ya toca luchar cara a cara con nuestra propia MATRIZ.

Siendo así la batalla, entonces el virus que nos habita, que tiene la estrategia de mantenernos enfermos con poco índice de mortalidad, para provecho de favorecer el contagio y validarse, PERMANECERA y habrá que acostumbrarse. Tendremos una libertad mediatizada por su presencia.

Indiquemos que la razón por la que existe tal batalla no es moral. Que no es por problemas de conducta. Que no es una respuesta de la naturaleza a nuestra desenfrenada carrera por sostener un CONTINUO del tiempo y que hay que respetar el INTERVALO. Eso ocurre, pero no es por eso. El tema es: Que hay que saber cómo se da la vida. Esta vida que tenemos y que no sabemos generarla. Que aprovechamos los recursos que existen, pero no sabemos nada de cuáles son las circunstancias a juntar para que se de la VIDA. 

La VIDA  es una casualidad en la tierra. Y como ha surgido sin propósito y ha prosperado exitosamente, por propia génesis viene un agente nuevo (que tiene el código fuente, el SECRETO) y nos desprestigia: Teníamos planes de ir a Marte y no podemos ir ni a la esquina. Y caemos en el aprieto de no saber cual va a ser nuestro nuevo código de conducta, ni los nuevos reglamentos de la policía. Ni de los gobiernos.
Es decir que si aparece un eslabón perdido y las vacunas no son tan aplicables porque el virus sigue encontrando oportunidades, mutando, y escapándose de nuestro universo del conocimiento. Entonces estaremos ante el desconcierto total.

Y no habrá líder creíble, ni investigación en curso, ni pensamiento validado. Solo la fe respaldada por las costumbres de cada civilización nos guiara en el trayecto de la conformidad.

Nos gano el origen mismo. Nos hicieron nuestros antepasados y no tenemos la llave de nuestra verdad.

Ante una perspectiva así, a mí me intriga ver lo que vieron los maestros y no nos lo dijeron, después de darnos su aporte según el contexto, ellos más allá de su tema comienzan a explicar la metafísica de sus conceptos. Y hasta allá nos va a obligar la batalla por producir el ESCUDERO.

Hay fuentes recurrentes
Newton y su teoría de los fluxones,
Leibniz y sus monadas.
Ambos llegaron a describir las derivadas e integrales. Pero esto es parte de un sistema operativo del universo que vibra y sus resonancias crean el TEMPO, de cada cual. NO es el TIEMPO, es el TEMPO. Porque somos individuos. ENTES.
El VIRUS SABE… y nosotros sin la explicación del “ALMA” (en esos términos está el darse la mano con la enzima).

NOTA: Espero que mis afirmaciones no tengan lugar y que todo se resuelva en breve tiempo, con los trabajos de los laboratorios y el conocimiento existente.

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